Un Vendedor de Salón es responsable de brindar atención personalizada a los clientes dentro del local, asesorándolos sobre productos, características, precios y promociones, con el objetivo de garantizar una experiencia de compra satisfactoria. Entre sus funciones se encuentran la reposición y orden del salón, el control básico de stock, la preparación de exhibiciones, el manejo de caja cuando corresponde y el seguimiento posterior a la venta. Además, debe mantener una comunicación cordial y profesional, identificar necesidades del cliente, resolver dudas y colaborar en el cumplimiento de las metas comerciales del establecimiento. Su desempeño contribuye directamente a la imagen de la empresa y al incremento de las ventas.
